¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

lunes, 23 de abril de 2018

El amor con los demás y su belleza:


(Me gustaría que mis títulos de post fuesen más cortos, pero no puedo evitarlo... ;-) )
Aquí estoy de nuevo para compartirte otro gran tesorito que he ido descubriendo en ésto del camino al que llamamos vida. Y espero que éste hermoso texto te ayude, te oriente y te abra los ojos a una de esas muchas, e importantes, realidades que viven y existen para nosotros. 

Creo que el mayor propósito personal que me puse para éste año era vivir más real, de corazón, de una forma que me hiciese mejorar aún más en cualquier ámbito pero sobretodo mejorar como persona. Porque siento que mejorar como persona es lo único que realmente importa en toda ésta enorme aventura y precisamente algo tan importante está muy ligado con las relaciones que entablo con los demás y sobre eso va todo, también todo éste texto. 

Como siempre digo, de alguna manera vivimos bombardeados por una información constante que nos motiva a tener una vida "healthy" con nosotros. Nos llega cómo poder tener hábitos de vida saludable a todos los niveles: dietas, rutinas de ejercicios e interesantes trucos para gestionar muchos desajustes emocionales, estrés o ansiedad. Todo eso está basado en un punto común "nosotros", pero más concretamente nuestro "yo" individual y es maravilloso porque uno debe centrarse en si mismo para mejorar su vida y sobretodo para aportar más calidad a su propia existencia, es algo que sólo depende de uno mismo y nadie vendrá de fuera para que tú lo logres porque tiene mucho que ver con el compromiso que te tienes, que me tengo, y también con lo involucrado que nos sentimos al querer crear realmente una vida sana, según sea también nuestra opinión/visión de qué es sano. 

Ahora bien, uno debe ser sano también, en la medida de lo posible, con los demás. Y ésto es un trabajo que en ocasiones puede ser tan "difícil" (a priori) como nos puede parecer el acostumbrarnos a una vida sana para nosotros mismos. ¿Cómo uno aprende a ser sano con los demás? Pues evidentemente tu mejor maestro será el ejemplo que te des a ti mismo... Está claro que si quieres ser amable, de corazón, con los demás necesitas aprender a serlo contigo. De igual manera si quieres poder compartir con los demás, tendrás que aprender a compartir contigo. Pero bueno, como pienso que llevas ya un tiempo leyéndome vamos a obviar ésta parte pero dando por hecho que comprendes y conoces bastante bien éste concepto y vamos a ir directos al grano, al motivo real de tan interesante título: amar a los demás. 

El ser humano tiene una innegable capacidad para dar amor, compartir amor, hacer el amor, vivir en amor... Y este es uno de sus mayores dones, yo lo considero prácticamente un super-poder. No sólo el humano lo hace, creo que es un super-poder que existe en todo el universo y donde todas las especies animales, vegetales... Están implicadas. Así lo he visto y por eso así lo creo, con firmeza. 

Una vez que comprendes que podemos vivir en amor (el amor tiene muchas formas, no es sólo lo que nos han vendido a través de diversos canales que nos influyen a diario... El amor también puede ser establecer límites, superarse, motivar a otros para que se superen, comprometerse en mejorar algo... La fuerza del amor se adapta al campo donde se le implora su presencia) entiendes que puedes amar a los demás. Y es necesario, de alguna manera, no separarse de esa naturaleza pues es la que nos empuja a nuestra parte más sana, abierta y humana. 

Personalmente vivo enamorada de la gente que forma parte de mi vida. Les amo con todo mi corazón y como sé. Les amo como me permiten, como se dejan y como puedo. Y les admiro. Me he dado cuenta que entre la admiración y el amor que les siento, les comparto y les demuestro, a ellos les crece algo. 

Es importante amarse a uno mismo, por supuesto. También es igual de importante dejarse amar y amar a otros para formar parte de éste circulo sobre el que te informo. Porque cuando uno se ama aprende a hacer emerger lo mejor de uno y cuando amas a los demás, motivas e inspiras a los demás a hacer emerger lo mejor de si mismos ¿y qué es lo mejor de cada uno? La belleza real de su ser. Y por belleza no me refiero a lo que nos venden detrás de exitosas y costosas campañas publicitarias, me refiero a una belleza que no es apreciable con los ojos, es más algo que podemos percibir desde el interior, es más como una fragancia de vibración que se nota sutilmente y que lo empapa todo con una frecuencia inexplicable con palabras. 

Dicho esto: amar a los demás hace emerger su belleza. Y todos somos, de alguna manera, colaboradores en ésta tarea tan interesante. ¿Te has fijado como la gente cambia su semblante, su postura corporal, su actitud... cuando les dices algo positivo de ellos? ¿Te has dado cuenta como la gente se pone realmente bonita cuando aprecias su belleza personal y emocional? ¿Has sido capaz de ver cómo los demás cambian cuando te atreves a decirles lo guapo que se levantaron? ¿Has visto cómo la gente empieza a mostrar su lindura cuando uno es capaz de decirles lo bonito que se pusieron el corazón? ¿Has visto como muestran una sonrisa que es completamente distinta a las demás? ¡Ahí lo tienes! Esa apreciación, que puede pasar casi inadvertida, es la muestra y el mayor ejemplo de que el amor hacia (y con) los demás les hace darse cuenta de su habilidad para mostrar su belleza, tenga la forma que tenga y sea como sea. 

Cuando amas a los demás: familia, amigos, pareja... Y se lo haces saber, les acompañas a re-descubrir algo y no sólo eso, también les llevas a ver una parte de si mismos que si no estaría siempre oculta debajo de muchas máscaras, que la mayoría de las veces nos impiden mostrar lo más hermoso de nosotros. Decirle a alguien lo guapo que está, por ejemplo, le hará reconocer su propia belleza. Y en la belleza (física, emocional, intelectual, energética, espiritual...) hay un poder de presencia muy importante para tener una vida sana, una vida que realmente esté a la altura de lo que somos, de nuestra parte más elevada y divina. 

Y quizás todo esto es una parte del encanto de la vida... De ese tipo de cosas, fundamentales, que dan un significado a todo este poderoso viaje. 

(Cada vez que te digo lo guapo que eres, lo bella persona que me pareces, el corazón que tienes... Te veo aún más bonito, a si que voy a procurar decírtelo más para que lo integres, para que no lo olvides, para que sanes... Para que te ames.)

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