¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
martes, 14 de febrero de 2017
Atisbos...
A veces nos convencemos de que una cosa es una señal; "si pasa X significará que todo va bien" y así apretamos los puños y cerramos fuerte los ojos deseando, implorando, que así sea. Esperanzados enlazamos todos nuestros problemas a esa bomba, que nos hará estallar por los aires, en la que hemos depositado toda nuestra atención, pensando que nos iluminará hasta los rincones más oscuros.
Yo soy una experta en inmolarme de esta manera. Pero bueno, más allá de eso creo que hoy he dormido 3 o 4 horas y me he despertado con una desgarradora sensación de miedo "¿lo estás haciendo todo mal?" eso es lo que me preguntaba mientras miraba el reloj.
Lo único que me llena de gozo ahora mismo es escribir y escribir y escribir... ni siquiera tengo ganas de hablar con nadie. Me convencí completamente de que si todo aquello iba bien es que en el resto de mi vida también... lo sé, lo sé... craso error. Supongo que echo de menos un abrazo o dos o cuatro... y que me digan "no estás sola, te apoyaré, te ayudaré..." Pero bueno, utópicas ilusiones de soñadores sin fundamento. Al final en la vida vienes al mundo solo y gran parte de tu existencia se centra en estar contigo mismo y hacer balance dentro de ti... corazón, mente, problemas del sistema capitalista de mierda que nos corrompe y pequeños atisbos de... "¡coño! una pequeña ilusión... ¡ah no! ya se pasó..." básicamente este proceso se repite de manera sistemática y cíclica "Simba he aquí el ciclo de la vida".
¿Sabes eso que dicen de que aquel que sufre es el mejor ayudando? Bueno, no sé si lo dicen o me lo acabo de inventar, sin embargo creo que es cierto. Me considero buena ayudando a los demás pero a lo mejor es solo una excusa para entretenerme en otras cosas mientras intento pasar de mis propias mierdas, pasar de ellas no pasar dentro de ellas... no quiero indagar mucho en esas "cosas" dentro de mi porque al final pican y duelen.
Hoy se supone que nos ibamos a ver, él y yo, y no por San Valentín... Supongo que ya habréis llegado a la conclusión de que yo no soy de esas. Vivimos en un sistema tan mierdero que ha decidido inventar un único día al año para el amor, en vez de fomentar el amor como una energía constante, real y que debe ser cuidada durante toda nuestra vida... a si que los regalos materiales me traen un poco al pairo. Dicho esto, retomo lo que estaba contando, hoy se supone que nos íbamos a ver ¿para hacer qué? pues yo que sé, lo de siempre, ser felices en las horas que compartíamos juntos.
Durante estos días ha resultado que la ilusión me ha sonreído, hasta que todo se ha venido abajo de nuevo, lo sé no debo agarrarme a clavos ardiendo porque después seré yo sola la que se arregle las ampollas... pero no puedo evitar pensar que en estos días he sentido que realmente todo iba a ir bien. Más allá de un amor fuera de lo común, rebosante de espiritualidad compuesto por dos mundos distintos generadores de un propio mundo... más allá de eso, me agarré a la idea de que aquello era la estrella fugaz de mi momento actual. Seamos sinceros a cualquiera le resultaría duro afrontar el día a día no teniendo nada, que es basicamente lo que me ocurre. Vivimos en un mundo que te obliga a tener cierta estabilidad y a mi eso me falta por todas partes... sin embargo me había calmado el echo de vernos de nuevo, porque pensaba que era un guiño de la vida en plan "esto es un regalo para que veas que todos tus esfuerzos personales, profesionales... son respondidos" Pero siento que no ha sido así y me busco una excusa optimista.
Se supone que el optimismo es bueno para el cuerpo, dicen que te ayuda a llevar mejor la vida y que te llena de buena energía, dicen además que ayuda a tu sistema inmunológico.... a si que por miedo a enfermar, a verme fea o a que se me caigan las tetas (vete a saber como interfiere la falta de optismismo en el cuerpo...) he decidido pensar que bueno, que me tiene que ir bien ¿no? Joder, me lo merezco, en serio, por encima de mi falta de modestia... me lo merezco y punto. Tengo ese agridulce sabor que no sé si se llama "me cachis" o "¡me cago en la....!" pero lo cierto es que más allá de los planes que no salen, de los tiempos que se quedan a medias y de los corazones rotos... hoy íbamos a hacer el amor, porque es lo único que hacíamos cuando estábamos juntos.
¡Gente del mundo! Nos han engañado, hacer el amor no es acostarse con alguien y tener mil orgasmos, aunque eso es realmente placentero... hacer el amor es reír, andar acompañados, compartir el bollito de postre, ir a conocer sitios nuevos, compartir planes, darse la mano... Y no, esto no es apología al amor romántico es apología a la realidad. Ahora con la mierda de las nuevas creencias queremos "sanarnos" tanto los pensamientos, las filosofías, los patrones... que le decimos a la gente "¡eh! no creas en el amor romántico" (que está muy bien) pero ni siquiera sabemos lo que es el amor sano.
Hay gente propagando la idea de que el amor sano es fácil y sin embargo yo pienso que en la vida las cosas no son fáciles, ninguna, nos gusta creer que sí pero vamos a ver... no es verdad. Yo creo que no son fáciles en el sentido de que hay muchos factores que siempre afectan y algunos de ellos escapan a nuestro total control, sin embargo no escapa el echo de cómo nos lo tomamos. Tú no puedes evitar que alguien muera pero puedes controlar que eso no se convierta en una depresión para ti, que ese acontecimiento crezca de una forma distinta. Cuando se establece una relación, del tipo que sea, se sabe de antemano que implica compromisos, comunicación, esfuerzo y trabajos personales... todo ello debe ponerse sobre la mesa para que las cosas sean sanas, pero sin embargo lidiar con todos esos aspectos de dos seres diferentes... ahí está lo complicado.
Bueno, que me voy por las ramas y llegamos si no al mismo epicentro actual de mi pensamiento, a lo que iba y por lo que he empezado este texto, a veces necesitamos que algo funcione como una señal esperanzadora, un foco de luz o un faro que nos avise hacia donde caminar y por donde quedan las rocas que nos pueden hundir. Me había convencido de que el regalo que he vivido era mi foco de esperanza para comprender que lo que estoy viviendo a otros niveles (profesional por ejemplo) es solo pasajero, que todo iba bien y que alcanzaba una armonía sana.
En fin, me va a estallar un poco la cabeza, le doy demasiadas vueltas a mis pensamientos... a ver si todo clarea un poco y puedo respirar aire fresco y salir de este encierro personal que me hace repetir una y otra vez lo mismo.
Voy a buscarme otro faro entre tanto mar abierto... ¿algo artístico tal vez? no sé... ¡menudo desconsuelo más tonto, oiga!.
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