¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 1 de febrero de 2017

Reconozco que amo a una mujer...


Me gustaría decirte que desde el primer día que te vi se me quedó clavada tu energía.
Me encantaría poder comentarte que hay canciones que me recuerdan a ti, que aún sin estar siempre estás.

Y cuando te digo que te adoro lo hago desde lo más hondo... porque sé lo que es amar a alguien sin posee sin besar, sin acariciar... sin decirle que es la persona más bonita que has visto nunca gracias a todo lo que lleva por dentro y no sólo por lo que se ve desde fuera. 

Me gustaría que supieses que hay estrofas de ritmos que me recuerdan a lo que me despierta tu presencia, que no me encelas con tus historias de hombres locos que no han sabido mirarte, que me gusta tenerte aquí en la vida y si mañana te fueras y te convirtieses en recuerdo... pues ha sido un placer conocerte. 

A mi, que tanto me cuesta separar el amor de mi cabeza, puedo decirte que realmente te amo. Que me siento enamorada cuando hablo de la amplitud de tu persona, que no necesito verte desnuda, ni siquiera verte a menudo... con saber que existes mi corazón da un pálpito. 

Es esta forma de amarte la que me abre a un mundo nuevo, es extraño, se me llena la boca cuando hablo de ti a cualquier persona ajena a tu persona y todos se quedan rendidos a tus encantos sin haberte mirado de frente, esa suerte que yo he tenido al conocerte. 

Eres tan buena que decir que amo a una mujer sin tenerla suena tan extraño en un mundo tan denso, tan cortado, tan malo... Y es tan extraño decir que amas a una persona que sabes que es uno de los amores de tu vida sin necesidad de hacer familia, de hacer contacto, de hacer planes... Yo no hago nada contigo más que escucharte y presentarme como esa amiga que tanto dices que te gusta tener y no necesito nada más, me gusta verte haciendo tu vida, consiguiendo tus metas, llegando lejos, conociendo amores, explorando el mundo y dejándome siempre un hueco como una testigo secundaria de todas tus aventuras, incontables aventuras, de un corazón hermoso, salvaje, penetrante y sincero. 

Mientras yo hago mi vida, me escucho a mi misma, consigo mis metas, sigo sin echar raíces, exploro mis miedos, experimento mi amor por la vida y te lo cuento siempre con una sonrisa, a tí que tan bien se te da escuchar y a mi... que a veces me trabo al hablar. 

Ojalá pudiese decirte un gracias que transmitiese todo lo que éstas palabras se quedan cortas en explicar. Sea como sea, espero que sepas que te amo y no, no te amo como un adulto desquiciado y descontrolado que tanto desea poseer, ni te amo como un adolescente alocado que tanto perturba su mente... te amo siendo consciente de tu libertad y amándola también, siendo consecuente de tu espacio, de tus limites y de tus superaciones... algo que me llena más que ninguna otra forma de amor. 

2 comentarios:

  1. Amas de una forma hermosa, Amy. Querer respetar la libertad del ser amado, dejando espacio para que haga su vida, amando sus amores,...
    Yo me he pasado la vida amando así y rara vez he conseguido que me amaran de una forma similar. Que un querer no posesivo me retornara en un querer sin exigencias.
    Si tú lo logras, enhorabuena. Poseerás un auténtico repóquer de ases.

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    1. No sé si se puede amar siempre de la misma manera a todos y tampoco creo que todos amemos igual. Yo a ella sí la amo así. A otras personas las amo y he amado de otra forma...

      :-) La expansión más bonita de ser humano, es precisamente esta: reconocer tus formas de amar.

      Un saludo!

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