¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...
domingo, 19 de febrero de 2017
Benditas cicatrices...
Benditas cicatrices que me recubren...
Benditas todas y cada una de ellas...
Benditas que me envuelven el corazón...
Benditas que me colorean el alma.
Benditas cicatrices nacidas en mi ser...
Resultado de algo más profundo...
De un camino obligatorio en mi existencia...
Benditas que me proveen madurez...
Que me llenan con esa experiencia...
Que me aportan temple y sensatez...
Benditas cicatrices que son mi belleza...
Que me forman igual por dentro y por fuera...
Benditas ellas, cosidas o sin coser...
Como el dobladillo en la ropa...
Ellas fueron la herida del ayer.
Benditas que me han hecho ser...
Nacer sin miedo al dolor porque al final...
Al final las hace emerger y eso me hace crecer.
Amo mis cicatrices, cada una de ellas...
Con mi piel tierna y de color blanca o rosada...
Son mi parte más sensible...
Componen mi vulnerabilidad y mis miedos...
También mi fortaleza, mi amor y mi arte...
Cuantas más cicatrices más intensa es la vida...
Cuantas más por enseñar más grande te haces...
Cuantas más marcas... más sabes.
Benditas porque sirven como filtro...
Para no demorarme en aquellos...
En aquellos que no ven la belleza de lo sufrido...
En aquellos que no ven el completo de la vida...
En aquellos que solo me han mentido.
Benditas cicatrices que son arropo y cobijo...
Protección y realidad...
Momento pasado y aprendizaje presente...
Benditas como columnas del futuro...
Estables, maestras, sagradas...
Que despiertan mi parte más valiente...
Que me ayudan a quererme completa...
Porque ellas mismas son mis mayores taras.
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