¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

viernes, 24 de febrero de 2017

T I B U R O N A


- Se la ve muy oceánica... ¿Tiene ud. sangre de sirena?
- ¡No! ¡Perdona! Tengo sangre de tiburón. 

Hace algún tiempo descubrí esa profunda realidad sobre mí, de hecho si no recuerdo mal hay algún post en este blog (y en mi facebook personal) que hace referencia a los tiburones. El tiburón es un animal excelente y maravilloso a pesar de la mala fama que hemos generado sobre él, pero si lo observamos más allá y si vemos todas las culturas, relacionadas con el océano y el mar, que veneraban esta criatura comprenderemos mejor al tiburón. 

Yo no me he considerado nunca una sirena, no quiero realizar cantos ni tampoco quiero iluminar lo más oscuro de los demás, que es lo que hacen las sirenas, ese trabajo no es para mí... ese trabajo es individual y cada uno debe encontrar el modo de cómo lograrlo. Yo soy una tiburona, yo me muestro tal y como soy a pesar del prejuicio que pueda ocasionar, sin miedo y quien me quiera amar y quedarse conmigo será protegido por la mayor fiereza que existe en el mundo animal y quien no... solo se llevará consigo mismo la idea equivocada de mi persona. 

El tiburón es uno de los maestros de los océanos y los mares, algunos de ellos llevan aquí más tiempo que la propia especie humana, conocen secretos y sobretodo conocen el poder de la templanza, de la protección, del saber estar y ante todo de los límites. Normalmente se relaciona a los grandes empresarios con tiburones, algunas especulaciones hablan incluso de que ese tipo de personas que llegan a ser grandes ejecutivos tienen en su energía un tiburón y es precisamente esa fuerza lo que les ayuda a lograr todo lo que se proponen... No me quiero lanzar tanto a la piscina como para negarlo rotundamente, porque ya he comprobado que cuando niegas algo de forma rotunda siempre sale la excepción para tocar un poco la moral, sin embargo me gustaría abrir un hueco, un pedazo, un momento a otra realidad, en esa realidad me gustaría que con mis palabras os haga llegar otra imagen sobre el tiburón que algunas personas llevamos dentro (o que somos, en silencio o a voces). 

Este animal tan mágico está relacionado con el poder, todo lo que engloba al poder, por eso su sola presencia pone la piel de gallina a cualquiera... Este es el motivo también por el cual forma parte de pesadillas indescriptibles, sensaciones incómodas en el mar (incluso sin verlo) o incluso un terror desmedido que nos lleva a desprestigiarlo y colocarlo con un papel de villano muy perverso rebosante de la mayor maldad jamás comprendida (irónico que venga de nosotros). Repudiamos a los tiburones y esto es una realidad, los tiburones están protegidos pero les repudiamos, los capturamos para hacer sopas con sus aletas mientras dejamos sus cuerpos agonizantes ahogándose en el fondo del mar, los arrastramos con nuestras redes de pesca, acabamos con su sustento y los desplazamos constantemente, sin comprender sus procesos de gestación, celos, apareamiento... porque realmente no sabemos tanto de los tiburones como nos gusta creer (y como nos engañó Steven Spielberg promoviendo aún más el odio por un animal tan ancestral e importante). 

Cuando reconocí la parte del tiburón dentro de mí la verdad es que fue una especie de "shock" (comprendiendo la palabra "shock" como algo que te deja marca), un shock con efectos positivos donde me pude hundir en mares de mi persona que hasta ahora no había sido capaz de ver. 

El tiburón me puso entre la espada y la pared; por un lado sus enormes fauces capaces de arrancarme la cabeza y por otro lado... por otro lado no tenía nada, estaba totalmente acorralada contra una sombra, un obstáculo, un muro... que me impedía retroceder, desaparecer o salir huyendo, a si que me dejé vencer y dije "que sea lo que Dios quiera..." Y entonces Dios mostró que quería mucho y por supuesto también me mostró que ME quería mucho, igual que a todos vosotros. Aquella primera impresión con el tiburón se quedo sellada en mi persona, pero no ha sido hasta ahora cuando he podido observar realmente parte de su primer mensaje (solo del primero, tengo unos cuantos en cola para ser desmenuzados, comprendidos e integrados).

El tiburón es el rey de las sombras, pero no porque pertenezca a ellas, si no porque pasa desapercibido sin ser dañado, esto le sirve para huir de sus propios depredadores y a la vez para conseguir su sustento. Los colores oscuros o negros de la mayoría de tiburones son una técnica de camuflaje natural, profundizan en las aguas y con su propio color pasan desapercibidos como si fuesen solo la oscuridad del fondo... ¡hasta que re-aparecen!. Además muchos tiburones necesitan movimiento constante, entre otras cosas para poder respirar, así funcionan sus branquias las cuales filtran el agua a través del movimiento que realiza este animal. Por si esto fuese poco poseen un potente sistema inmunológico y algunos sentidos mucho más desarrollados que en cualquier otro animal. 

Los tiburones suelen ser solitarios, inteligentes (se ha demostrado que realizan estrategias de caza y aprenden de sus errores), curiosos y un prodigio de animal que hoy en día sigue sobreviviendo, aunque por desgracia nosotros cada vez se lo ponemos más difícil. 

Con todas estas habilidades que os he descrito del tiburón, y me he quedado corta porque tiene unas cuantas más, os podéis ir haciendo a la idea de lo mucho que he aprendido con su contacto interno y que seguramente todos los que estáis leyendo esto tenéis también algo de tiburón dentro de vosotros. 

Una de las cosas más importantes que me enseñó es a ser yo misma y que me diese absolutamente igual lo que opinasen los demás, por eso el tiburón se muestra tal y como es, no esconde su parte fiera bajo unos labios, unos ojos atractivos o una cara de cachorrito... En la mayoría de especies se deja entre ver sus filas de dientes que dicen "esta es mi defensa, mi seguridad y mi fuerza..." Aunque eso no signifique que siempre las usen. El tiburón ve el interior de cada ser, nada siempre entre varios mundos que nosotros no queremos ni oír hablar, su energía tiene la habilidad para adaptarse a las circunstancias conservando la presencia del animal que son y además tienen contacto directo con energías, a las que nosotros llamamos dioses o maestros ascendidos. Como todo ser, tiene una parte de luz que es muy potente, aunque creamos que no y una parte de oscuridad, de menor intensidad a la que percibimos hoy en día (bastante menor). 

El tiburón es un animal iniciatico, contacta con las almas que son antiguas y las lleva al reencuentro con la parte soberana, poderosa y mágica de su ser. Les enseña a ver la profundidad de las personas y a nadar a diferentes niveles, no se anda con chiquitas y sus juegos no son de niños... son de adultos comprometidos y sin un atisbo de miedo. El tiburón es un transformador, trae mensajes sobre la realidad que tanto nos cuesta aceptar (la muerte) y sobre el presente de nuestra persona. 

Además de todo esto, una de las cosas más intensas que aprendí del tiburón es a cuidar de mi misma y a amarme profundamente. Como animal autónomo, individual... animal que se separa de su madre nada más nacer (de forma ovípara o ovovivípara) debe salir nadando lo antes posible porque en ese preciso momento ya puede ser una presa idónea para el estómago de su progenitora. Si enfocamos esto desde una perspectiva humana y sanada, vemos que la fuerza del tiburón se encuentra precisamente en que desde el primer día de su existencia debe lidiar y trabajar con la realidad de que está él consigo mismo y para si mismo, aquí no hay grandes grupos de apoyos (como en animales que viven en manadas), tiene su fuerza vital y su amor propio para si mismo. 

En este sentido, cuando siento que su presencia está de nuevo cara a cara conmigo, uno de los mensajes que suele decirme es: "¿te estás cuidando lo suficiente? ¿estás mirando por ti?". Por supuesto el tiburón es un guerrero, un "warrior" en toda regla que transmite también esa vibración a todos aquellos que conectan con su esencia... veneramos a los mamíferos porque les sentimos más cercanos a nosotros, es un concepto biológico, pero cuando somos capaces de venerar al tiburón... ahí comprendemos de verdad el concepto de "guerrero de la luz". 


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