¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

jueves, 16 de febrero de 2017

INDEFINIDO NO ES FINITO.


En nuestra búsqueda incansable por la autonomía del ser nos hemos creado un muro que nos aleja de la realidad y nos introduce en un mundo abstracto lleno de situaciones indefinidas, tenemos miedo a darle un nombre a las cosas porque pensamos que así perderemos nuestra libertad y seguramente "esas cosas" pierdan su magia.

Con esta habilidad tan sibilina nos vamos relacionando; llevas un año con una persona y esa persona dice que "os estáis conociendo", he aquí mi cara de póker y un pequeño aviso para es@ lumbreras... ¡te vas a tirar todo el tiempo conociendo a esa persona! duréis dos días, un año o cincuenta... siento romperte tu pompa formadora de futuras bombas de humo. Nos hemos construido un nivel social lleno de corazas y por nivel social no me refiero a nuestra escalera dentro de esta división de clases, me refiero que hemos creado una nueva forma de vivir y concebir la realidad, lo cual "es bien" hasta cierto punto... pero por otro lado si todo esto ha nacido del miedo y nos atamos a ello nos vamos a ir a la caca.

No sé si lo que queremos es pensar que al no definir las cosas, es decir al establecerlas como algo indefinido, estás irán por su propio peso a ser finitas... Una teoría que quizás nos aporte cierto alivio (a lo cual tengo que decir que si esto es así... menuda pena). Quizás nos da miedo ponerle una definición porque es igual que el que rescata un gato en la calle y le pone nombre... ahí ya te encariñas y parece que la vuelta atrás luego es más dura (imagínate que de repente tu compañero de piso es alérgico a los gatos) o a lo mejor, no sé, pensamos todo lo contrario... que cuando algo no tiene definición pulula libre sin muros ni nada que lo coarte y será nuestra absoluta realidad durante lo que nos queda de vida (que ilusa soy, me merezco un coscorrón).

Para aquellos que nadan entre los océanos del miedo: definir una relación no significa convertirla en algo infinito, nito, nito... ni finito, nito nito... Uno tiene que ser consciente con que hay definiciones que liberan y otras que limitan, todo depende desde que ángulo las vivamos y cuales sean nuestras percepciones personales sobre ellas. Vivimos en un mundo donde todo está definido, todo tiene un nombre, una realidad, un motivo... hasta nosotros, dicho esto ¿por qué no entender lo mismo con nuestras relaciones? Creo que evitar esto solo nos promueve a construir a base de dudas y miedos.

¿Qué reglas se pueden establecer en una realidad abstracta carente de definición? ¡Ajá! Anhelamos vivir sin reglas porque las reglas creadas hasta ahora no han sido más que una patraña castradora impuesta por otras personas... pero dentro de la naturaleza humana y de la naturaleza del mundo existen reglas por doquier, esto ocurre también cuando estrechamos lazos, cambiemos entonces las reglas (porque la naturaleza de necesitarlas es inamovible). Los conceptos deben quedar claro porque si no nos encontramos dos cerebros distintos, teniendo algo en conjunto, pero con perspectivas dispares que se basan en teorías distintas y que no tienen un núcleo común en lo que apoyar el juego... Y yo creo, quizás me equivoco, que es importante un núcleo donde los dos estén de acuerdo, aquí encontramos como ayuda el tema de definir.

Somos unos ermitaños emocionales porque nos aterra la idea de apostar y perder, a si que directamente no nos lanzamos y nos quedamos en nuestra zona acordonada de seguridad. Debe ser por mi luna en escorpio o por mis ganas de vivir con fuerza la vida pero creo que merece el esfuerzo ¿no? a ver... estoy viendo constantemente gente que se ama y es incapaz de decírselo cara a cara, bueno ni por el cochino whatsapp... definitivamente vamos de culo y cuesta abajo. Comprendo que el miedo forma parte de la naturaleza humana, pero quizás lo más divertido de su existencia es saber convivir con él sin que se convierta en el dominador de nuestra vida.

Conozco personas que dicen que donde hay miedo no hay amor, pero yo creo que eso es mentira, el ser humano tiene esa capacidad multi-emocional para sentir más de una cosa a la vez, es parte de nuestra evolución. Por eso somos humanos y hemos creado el arte y no vivimos en cuevas ni comemos ya con palos y tampoco cazamos con piedras... por eso, por esta capacidad, nos expandimos. Es más, gran parte de nuestra vivencia terrenal se basa principalmente en todas nuestras emociones.

Yo creo que la sensación de miedo está en las cosas que más nos importan, tenemos miedo porque sabemos que puede ser un hecho, una realidad o algo que puede ocurrir, sin embargo no somos lo suficientemente valientes para afrontarlo. Y cuando sentimos amor, incluso aunque no queramos definir esa sensación pero sabemos que está ahí, cuando tragamos saliva pensando en esa persona o cuando nos hacemos los escurridizos y esquivos si nos preguntan si realmente nos interesa... emerge nuestra vulnerabilidad y junto a ella el miedo a que nos destrocen por dentro. Este es uno de los principales motivos por los cuales hay personas que arrastran relaciones "indefinidas". Y también están los que se aprovechan de este "vacío legal" para ser unos picaflores, la envidia de cualquier colibrí.

Definir algo no tiene porqué convertirnos en una persona necesitada de ese algo, evidentemente este es uno de los temores: temo que si le pongo nombre, al entender lo que es, la situación cambie. Pues es tan fácil como ser consciente de ti mismo ¡y listo! pero somos muy perezosos para eso y luego nos vamos lamentando.

Existen miedos que incluso pueden apoderarse de nosotros sin necesidad de crear definiciones, porque alguien que no define no significa que no tenga miedo a perder... Cuando sentimos un miedo a perder a alguien estamos alimentando nuestros apegos y para poder gestionar esto es tan fácil como una aceptación nacida de un dialogo (interno por ejemplo cuando tenemos miedo de perder a un perro o con la otra persona cuando es perder una pareja)... ¡benditos diálogos! ¡sagrada comunicación! lo más efectivo para calmar los océanos de las dudas... ¡una buena conversación de corazón a corazón! Pero claro aquí nos arriesgamos a entrar en un tema que quizás nos pone los pelos de punta: definir situaciones, estados, emociones... bueno, definir en general.

 Primero tenemos que entender que nadie nos pertenece, pero el miedo en parte siempre va a estar ahí. Yo lo he visto en ojos de personas que han estado más de 50 años juntos y al desaparecer la otra parte de la relación... el miedo se ha hecho aún más real, porque el suceso que tanto les aterrorizaba se ha cumplido. La capacidad del ser humano para razonar y ser consciente de las realidades es también lo que le ha dotado en saber que esas realidades son hechos, fundamentos, que se pueden dar y en ese sentido todo lo que repercute, toda esa honda expansiva de después.

Convivir con el miedo es lo normal, todo el mundo tiene miedo, no debe ser el centro de tu vida pero de nuevo repito que ese miedo es una parte fundamental de la vida... serías un raro si no sintieses miedo, un raro muy chungo y con una percepción de todo muy alejado del sentido común.

El miedo también manipula, aquí debemos ser más espabiladitos, la cosa está en un punto medio, intentar que el miedo no nos embauque creándonos falsas ilusiones de realidades abstractas que pueden NO DARSE y por otro lado comprender que la sensación de miedo está, permanente en nosotros, con mayor o menor intensidad. Si hay alguien negando con la cabeza en este punto le preguntaré varias cosas.

1. Si ud forma parte de un grupo de sujetos número A será padre o madre o tutor legal ¿no tiene miedo de que la persona a su cargo pueda sufrir algo? Sí que lo tiene, pero no centra TODA SU ATENCIÓN en ello, sin embargo sigue amando a esa persona. Mis padres tienen miedo a que me ocurra algo que me pueda dañar... pero no viven constantemente diciéndomelo, aunque es evidente que eso existe dentro de ellos.

2. Grupo de sujetos número B... ud no es padre ni madre ni tutor legal pero tiene una vida con cosas importante que la forman, que sé yo, ¿Familia? ¿amigos? ¿dinero? Bien, en ud. existe un miedo, que estará más o menos latente según su estado de ánimo, el miedo a que su vida se desmorone y pierda toda la perfección con la que la vive ahora.

Aquí está... ¡Los miedos existen! son reales ¡no como los reyes magos! y como son reales debemos darles el lugar que les corresponde, si no, se revelarán y nos arrancarán lo que nos hace más humanos.

A veces nos adelantamos a los acontecimientos por miedo, tal cual, colocamos esos temores como nuestros consejeros principales e impulsivamente tomamos decisiones que pueden llevarnos a un punto sin retorno. Por ejemplo, hablando el otro día con mi amiga Roxana me comentó una frase de su propia experiencia personal que me resonó mucho "lo tonto que fue dejar ir a alguien por miedo a lo que podría pasar"... "lo que podría pasar" es una realidad abstracta que aún no era un suceso real, solo un resultado de nuestros sentires e imaginación, conforme pasa el tiempo después de tomar esta decisión te das cuenta de que te has tirado a un abismo impulsado por tu propio miedo y tu sentido de vulnerabilidad (o no, y te das cuenta que es la mejor decisión de tu vida disfrutándolo como te mereces).

En este asunto de las relaciones y los miedos, tenemos miedo a dejar de ser nosotros mismos porque es un hecho verídico que las relaciones transforman a las personas y te llenas de horror cuando piensas que esa transformación puede repercutir en todo lo que has logrado hasta ahora. De esta manera a veces tomamos esta otra decisión "dejar a alguien por seguir disfrutando lo que tenemos" aquí no hay problema excepto cuando te das cuenta que has dejado a alguien estando enamorado, pillado, colado... por esa persona, entonces yo creo que aunque la situación sea compleja quizás te has dejado llevar más por tu ego que por tu corazón. En el caso de que no exista amor, pues sí oye, lo mejor es dejar a las personas que no se aman para que puedan encontrar otras personas que realmente las merezcan.

Y ya que he hablado del miedo en referencia a lo definido/indefinido, voy a tirarme de cabeza al pozo y voy a hablar de nuestra denominación de amor... ¡jóvenes veintitantos-añeros! ¡dejad esa litrona! ¡y vosotros dejad ese gin-tonic (odio el tonic)!¡prestadme atención!... ¿a qué cosas estamos llamando "amor"? Que yo creo que nos estamos haciendo la picha un lío y aquí hay muchos denominando "amor" a lo que no lo es y a lo que es no le llamamos nada y lo dejamos correr, lo dejamos evaporarse, irse... lo dejamos hacernos marca mientras miramos ya a la distancia, porque el miedo que despierta el propio amor nos ha vencido (por eso y otras tonterías varias, cada cual con su pack completo).

Aquí reivindico que hagamos entre todos una reunión y votemos la mejor definición de amor, porque yo ya no puedo más. Vale, existen mil maneras de amar (igual que mil maneras de morir... ese programa me gustaba mucho cuando veía la tele) pero yo creo que la energía común, el amor, es igual o al menos tiene unos factores comunes, denominadores comunes, para poder decir con sinceridad: esto es amor y no hay un atisbo de duda sobre ello.

A si que nada, me vais dejando por aquí vuestros teléfonos y organizo un grupo de whatsaapp para que quedemos todos el día que mejor nos venga ¿llevo algo para comer o ya lo pedimos cuando estemos todos allí? Bueno, lo vamos hablando por mensajes, nos vemos pronto.

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