¿Sabes? todo hay que sentirlo, notarlo, palparlo en lo más profundo de tu ser...

miércoles, 15 de febrero de 2017

BOHEMIOS DEL AMOR



BOHEMIOS DEL AMOR Y LA GENERACIÓN DEL CACHARRO ROTO.

Hoy estaba hablando con un viejo amigo, Morales le decimos (es que se apellida así y como "josé" ya hay muchos y nosotros somos muy originales pues hemos tirado de su primer apellido, somos de lo más innovadores lo sé), el caso es que con tanta conversación nos perdimos en conceptos comunes, filosofeando (todo lo que nos ha permitido el chat de facebook, dificultades de tener buenos amigos a más de 600km) hasta que yo le comenté una cosa, dentro de esa inocencia con la que tanto me identifico y que tantas veces me ha metido en problemas por falta de picardía, y él me respondió con una sinceridad que hizo eco. Lo que yo le dije es "creo que tengo el cacharro para elegir (persona con quien estar, pareja, relaciones...) roto..." y él, desde su compasión, me respondió "se te ha roto el cacharro igual que a casi todo el mundo".

Y quizás lo que más me impacta es que creo que esa es una verdad tan grande como un templo. Estamos todos "escacharrados", al menos nuestra generación, tenemos el cacharro patidifuso, roto, averiado... Y nos juntamos con esas fracturas entre nosotros, fracturas que nos llevan a un ego desmedido y a vernos solo a nosotros mismos. No debemos confundir el amor propio con el egoísmo, que nos gusta mucho enredarnos y llamar a las cosas como no son.

El amor propio es lo que nos hace tomar decisiones para un bien propio y a la vez también para un bien común porque comprendemos nuestra parte con el colectivo, se que es difícil de entender para las cabezas "corrientes" o educadas simplemente por el sistema base que sustentamos, pero en serio, hay reflejo de amor propio cuando hacemos también un sacrificio, esfuerzo o tomamos una decisión para un bien mayor. Por otro lado el egoísmo es la mierda, sin más, nos hace comportarnos como si el epicentro del mundo fuera nuestro ombligo con pelusas peloteras.

¿Qué ocurre entonces? Ocurre que la mayoría, esta prole de jóvenes de la que formo parte, nos hemos egoisticidado (me encanta inventar palabras y con esta quiero decir: enquistarse en el egoísmo como una actitud inamovible). Todos tenemos comportamientos egoístas, es el reflejo de nuestro ego y es importante, pero no deben volverse la base de nuestra vida que es lo que a veces ocurre... ¿conocéis el caso de la típica chica que ha sido usada solo para sexo? Pepe le calienta la oreja a Marila (me invento nombres también, aunque en mi ignorancia lo he buscado en wikipedia y resulta que es una familia de plantas de sudamérica) Marila se enamora de las palabras de Pepe y se lo da todo, con su mejor intención, durante una noche... Pepe se corre, Marila se queda con todo el mejunje en la cara y Pepe desaparece haciendo, como lo llaman 'la grandiosa bomba de humo'. Y Marila se queda ahí con el corazón "partío"  y el rollo de papel higiénico en la mano. (Que también puede pasar al revés ¿eh? No se me pongan nerviosos... hay mujeres expertas en irse sibilinamente por donde han venido.)

Con esto no quiero decir que a quien te folles te lo tienes que quedar de por vida, estoy haciendo apología a una actitud basada más en la conciencia hacia otros y en el sentido común ¡por el amor del Jagger (o de Dios, yo soy más fan de Dios pero ya me conocéis)! Entiendo que si las cosas quedan requeteclaras desde el principio y los compromisos apartados, somos seres cívicos que podemos hacer con nuestra libertad lo que nos plazca, he aquí el abismo que se encuentra entre "hablar las cosas de manera correcta" y "abusar de quien sea".

Bueno, si nuestro único problema fuese este... tiene una solución muy sencilla "rellene este cuestionario antes de poner su lengua en mi vulva y le contestaremos en un pequeño plazo de tiempo con la respuesta a su solicitud". El problema se encuentra cuando hay sentimientos y aquí se arma la marimorena (siempre me ha gustado esta palabra y se me dan muy pocas circunstancias donde poder utilizarla). Yo soy más de la segunda, la parte emocional con marimorena.

Si eres un visitante nuevo en mi blog, antes de que sigas leyendo debes saber algo de mi, comprender algo de mi personalidad... Soy una persona INTENSA. Para lo que ya me conocen les va a resultar repititivo, para los que no, solo comentaros que si pudiese me lo pondría de apellido "Amalia Intesa" pero queda feo quitarle el apellido de tu padre y más cuando le quieres.

Dicho esto y teniendo en cuenta mi principal característica, fundamento en el que se apoya el resto de mi personalidad, pues os podéis hacer un poco a la idea que yo esto de "vamos más lento" "necesito pensar" o "démonos un tiempo" lo llevo muy mal. Porque bueno, conforme pasan los días y alguien está a mi lado va adquiriendo un cariño y una importancia, que yo creo que es normal, pero veo que hay personas que no lo ven normal. Y aquí es donde encontramos el fallo del hardware que compone "mi cacharro" (o del software si estamos hablando de emociones, pero me gusta imaginar que apretando cuatro tornillos con una llave allen tiene solución) mi principal avería es que me encariño. Me encariño mucho. Me encariño mucho mucho mucho. Y la mayoría no se encariña. Por otro lado, no comprendo muy bien los tiempos si hay amor, los vamos lentos si hay amor y los démonos un tiempo... bueno, esta la excusa perfecta para follar con otr@s. Me gusta pensar que cuando hay amor las intenciones son claras y las decisiones fáciles, por lo tanto en mi conclusión expongo que las personas que se lían tanto no tienen amor, tienen otro sentimiento, no sé ¿afecto? o tal vez ¿cariño profundo? pero amor no.

No vamos a tirar balones fuera, que ya sabéis que yo soy muy de hacerme responsable de mi misma, pero abramos un pequeño hueco a la posibilidad de que quizás hay personas que tengan su software/hardware/personalidad jodida en el sentido de que rechazan el cariño, les da miedo el amor o tienen un concepto castrador, venenoso y menguante de lo que supone un compromiso con alguien. Puede ser por muchos motivos, no quiero que se sientan culpables, a veces hay heridas que debemos sanar, experiencias familiares que vemos como espectadores y que nos hacen temer esa circunstancia... yo qué sé, un sinfín, no soy psicóloga (pero os puedo pasar el teléfono de uno muy bueno). Si a esto le sumamos que vivimos en un momento actual donde se propaga y alarga el concepto de "juventud" desde una perspectiva de libertad (que está muy bien la libertad, es sanísima y mola aunque sea un concepto un poco utópico... pero es guay apoyarse en la idea cuando no nos queda otra esperanza o cosa), pero de una libertad donde hemos decidido que no queremos ni obligaciones, aunque estar vivo suponga llevar a cabo esas obligaciones. Yo a veces creo que esta gente de 24 en adelante (hasta los 30 y tantos) vamos a ser los abuelos de la resi (o no abuelos porque a este ritmo seguramente no tengamos nietos) que se crean de otra generación mucho más jóvenes (seguro que esto también será un efecto secundario por recuperar el descuento en el abono transporte).

Futuros viej@s (en el sentido más respetuoso de la palabra) estamos jodidos. Somos un batiburrillo de personas muy diferentes, no sé si ocurre con todas las generaciones pero ojo que vivirlo en primera persona está siendo potente, por un lado tenemos a la gran mayoria donde su "escacharramiento" personal se encuentra en no hacer frente a los sentimientos no pudiendo disfrutar de ellos y bueno, realmente esta gente lo pasa mal porque tienen una parte de anhelo. Por otro lado tenemos a estas personas que van avanzando en la vida así como si nada y ya, yo creo que estos han tirado la toalla con lo de amar y dar una oportunidad a alguien... o es que se han vuelto tan exigentes que no existe un ser que llegue a su imagen pre-concebida (estos están fatal), también tenemos a los "pepes" que hemos comentado antes y ya por último los poquitos que quedan, aquí estoy yo (¡hola mamá! ¡mírame!) los bohemios de un amor real. (Esto es una forma genérica, lo sé, también sé que hay gente agotadora y exprimidora cual máquina que hace zumos y gente desequilibrada... no puedo poner todos los casos reales del mundo, no me da la vida para ello).

Los del amor real, los últimos que he comentado donde yo también me incluyo, nos enamoramos, tenemos esa vena de querer compartir cosas sencillas y de darlo todo. No nos importa arriesgarnos en una puesta "all in" porque si ganamos... ¡uy! si ganamos nos llevamos el premio gordo (y haremos un corte de mangas a todos aquellos que forman parte de los otros dos grupos y que seguramente ha sido con quienes más nos hemos topado). De nuevo remarco, como en otros post que he colgado, que no hago referencia al amor romántico cuando digo que me gusta el amor. Yo hago referencia a la parte sagrada del amor y sé que suena un poco impactante viniendo de una "veinte y tantos añera".

Hay cosas muy sencillas dentro de la energía del amor que muy pocas personas son capaces de reconocer. Sabes cuando te has enamorado porque estar con alguien te ayuda a ver, abrirte y ser capaz de observar partes diferentes de tu ser que no se dan en otras circunstancias o relaciones. Se dice así que aquel que te invita a que te expandas es porque está conectando desde el amor contigo. Existen infinidad de maneras de sentir el amor, pero todas tienen una cosa en común: nos abre y nos enseña nuestra parte más real y vulnerable.

Es muy extenuante por lo tanto, en los tiempos que corren, intentar abrirte con las personas sabiendo que el porcentaje mayoritario huirán en cuanto les enseñes lo más profundo de tu ser o se aprovecharán. Es también muy pesado decirle a una persona que prefieres una conversación profunda con un buen té, porque en ese momento te llena más, a una noche de sexo y recibir a cambio de un gesto de molestia (esto me ha pasado y algunas otras cosas más feas también) y que básicamente te despida con un "yo no puedo con tanta intesidad" y jamás le vuelvas a ver el pelo (este chico lo afronté rápido, tampoco ganaba mucho con él).

Corren tiempos difíciles para los enamoradizos o los que creen en el amor, así sin más. Pero bueno, mi consejo es lo que os lo toméis con filosofía, los dos primeros días es todo llantina después ya llega la alegría de nuevo... porque no hay nada más bonito que vivir amando y el que ama a las personas, también sabe amar la vida.

A ver si alguien se digna en abrir un centro de atención y reparación de cacharros rotos. Primero para mejorarnos y si es algo imposible de conseguir por lo menos que nos den pautas para identificar los códigos que muestran las personas complementarias con nuestros "fallos" y así hay más armonía.

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